El pretérito perfecto expresa acciones realizadas en el pasado y que perduran en el presente. Al igual que todos los tiempos compuestos se forma con el verbo auxiliar "haber" y el participio del verbo conjugado.
(...)
La vida clamaba jirones de versos y tiras de piel envuelta en miel. Todo era lo suficiente bonito como para saber que la basura apestaba y el calor del frío hiere.
Aquellos días en los que me quería morir, sin grandes tragedias. Sin tirarme por la ventana, ni cortarme la piel en tajos.
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La vida clamaba jirones de versos y tiras de piel envuelta en miel. Todo era lo suficiente bonito como para saber que la basura apestaba y el calor del frío hiere.
Y una vez más sobrecogida por mi locura, clamaba perdón por haber querido tanto y la tierra se abría a mis pies tragando esperanzas, sueños y empuje.
Aquellos días en los que me quería morir, sin grandes tragedias. Sin tirarme por la ventana, ni cortarme la piel en tajos.
Así, sin más. Queriendo morir y sin conseguirlo.
Dejar de sufrir entre el silencio y la desesperación.
Consideraba mis recursos, mis posibilidades, mis ganas y mis alrededores, esa vitalidad que no tenía y existía. Era un jodido péndulo, en movimiento y cada vez con menos ritmo.
Era el no morirme muriendo entre el motivo, la consecuencia y la solución.
Consideraba mis recursos, mis posibilidades, mis ganas y mis alrededores, esa vitalidad que no tenía y existía. Era un jodido péndulo, en movimiento y cada vez con menos ritmo.
Era el no morirme muriendo entre el motivo, la consecuencia y la solución.
Entre medias, llegaban esos instantes en los que no podía dejar vencerme, llegaban los principios básicos que para eso están, para algo. Ahí dentro, escondidos para ser utilizados. Y los utilizaba, entre insomnios, ojeras, lágrimas y más cosas con todas mis posibilidades...
Y no morí.
Y las ganas me vuelven entre mis piernas, el tacto y el mundo y los labios se me expresan en contornos de piel, en ansia y embrujo del deseo más salvaje.
Manos en mi cuerpo que me arrebatan, contornos de labio de hombre que me recorren, ansias de la fuerza del miembro eterno de mi feminidad.
Me broto en el reposo de mi silencio,
me hago magia,
te follo el alma.
Y las ganas me vuelven entre mis piernas, el tacto y el mundo y los labios se me expresan en contornos de piel, en ansia y embrujo del deseo más salvaje.
Manos en mi cuerpo que me arrebatan, contornos de labio de hombre que me recorren, ansias de la fuerza del miembro eterno de mi feminidad.
Me broto en el reposo de mi silencio,
me hago magia,
te follo el alma.
No es perfecto ese pretérito. Yo no quiero recordar ciertas cosas
ResponderEliminarBueno, también está el in y el plus (este es el coment corto, el largo era...muy, muy largo ;-)
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