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Ying Yang

Los dos viejos.


Las arrugas de esos dos viejos, no me decían nada.
Era su mirada.
Buscaba el fondo de lo que ellos veían .
Ella le miró con detenimiento en alguna ocasión, él no.
Parecían ajenos mirando lo todo.
Lejos de allí.
Al irse, sus cuerpos, crujidos y doblados por los años me dejaron una sensación muy ingrata, muy lúcida.

El frío que hacía y el esfuerzo físico que parecían necesitar.
Y  ahí estaban, para tomarse un vino y una rebanada de cabrales.
Y se iban, sin más.

Alguna vez, me he pensado vieja y arrugada. Nunca doblada.
Supongo que nunca nos imaginamos vencidos por el tiempo.



4 comentarios:

  1. Yo sí lo he hecho. Me he visto vencido por el tiempo, como tú lo llamas, y te aseguro que, al hacerlo, me he sentido lejos de todo lo que ahora me da miedo. Sólo espero que, llegado el momento, me abandone la vida antes que las fuerzas.

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  2. Nunca me ha dado miedo envejecer, es toda una sabiduría saber o intentar saber hacerlo con cierta dignidad y elegancia.
    El tiempo es una bella medida de aprendizaje, pero los huesos...
    Bueno, qué todavía nos queda¡¡¡

    ;-) Y escribe, eras-eres bueno.

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  3. Llegar a vieja con la sabiduría del tiempo en la memoria aún cuando crujan los huesos.

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  4. Ojalá me crujan poco, aunque lo tengo jodido ;-)

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Ying Yang
UFS: Unión de Folladores Salvajes.
Ufs: Unilateral fusión de sensaciones.

Su amor no era sencillo

Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse.
En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Mario Benedetti

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