Pensamiento, expresión y sentido.
El día y la noche no deja de ser una medida de tiempo y estando al margen sólo queda un espacio lleno u otro vacío.
Te vas y se acaba lo que nunca termina.
Ni tú, ni yo, podemos cambiar eso por mucho que nuestros neurones se pongan firmes.
Ni tú, ni yo, podemos cambiar eso por mucho que nuestros neurones se pongan firmes.
Y mientras tú analizas mis datos, yo te escrutinio las sensaciones para aprenderme.
No me midas la inteligencia, mideme el sentido y descubriremos que somos libres.
No me midas la inteligencia, mideme el sentido y descubriremos que somos libres.
Todos somos la consecuencia de nuestra historia y tengo la debilidad de resumirla en el análisis de nuestro orgasmo para volverla a resumir en el análisis de nuestro orgasmo.
Ahora frente al ordenador y con la pantalla en blanco para mí sola, el viento me mece el pelo en un acto de ternura.
El silencio, el sentido y su razón me impregnan de intangibles y la soledad de este momento se llena de tu compañía.
Algún día contaré que estoy contigo para dejar de escribirte.
Cuando dejes de escribirlo, comenzarás a soñar.
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