Cuando la indiferencia, lo trascendente, la pena, la gloria, lo grande, lo pequeño, lo efímero, lo importante, lo simple, lo complejo, se funden en una confusión digna de mención, es precisamente cuando es mejor guardar silencio.
Si ahora mismo pudiese elegir donde estar, no elegiría el calor de un abrazo, ni una compaña de sonrisas, ni si quiera el disfrute de una buena lectura.
Elegiría estar sola, sentada en un banco cualquiera, de una ciudad cualquiera, rodeada de gente cualquiera con el único fin de tener conciencia de que soy y estoy.
Tengo un tremendo dolor de cabeza. Una desgana absoluta. Un sinsentir.
A veces sucede. No tiene mayor importancia que aquella que yo le quiera dar.
Es solo un día de esos, qué todos los sin sentidos te dejan únicamente el cuerpo para tener conciencia de que existes.
La dignidad de las hormonas femeninas siempre tienen un precio. Discúlpame si hoy. No te hago caso.
EN MIS OJOS
Sigo mirando gente que no conozco, en este banco cualquiera, gente que no deja de pasar, nada sucede, nada ocurre. Se ha hecho de noche y yo ni siquiera me de dado cuenta. Sólo cuando las luces de neón de un restaurante triste me han recordado que no he comido...yo...
Intento recordar cuantos movimientos he hecho y no me dejo de asombrar.
Sigo mirando gente que no conozco. A veces hablo en alto para recordarme que tengo voz pero muy bajito para no molestarme; no me gusta molestarme.
Alguien empieza a balbucear estupideces a voces, cómo si el volumen de voz le diera el poder suficiente cómo para poder hacerse entender, qué estúpido, a la gente no le gusta que le digan qué es estúpida, no se replantean la sutiliza, nunca llamo a nadie estúpido. Sólo lo pienso, nunca lo digo.
Tengo que decidir si me levanto y vuelvo o sigo mirando gente.
Me consuelo. Siempre hay alguien esperando. Siempre alguien esperando las jodidas explicaciones, las oportunas explicaciones, las esperadas explicaciones.
Qué se vayan a la mierda, no les voy a explicar nada, ni siquiera son capaces de hacer las preguntas adecuadas.
En los juicios no dejan la libertad del matiz, del tono, de los posibles. Es sólo, si o no. No es verdad que usted....¿Le mató? Sí pero....Entonces ¿Le mató? Sí, pero....Da igual estoy sentenciada, no me importa. Yo sé que era un auténtico hijo de la gran puta.
disculpada quedas.....ah,nooooo, que no iba para mí....
ResponderEliminarQuerida pues toma el día tal cual te apetece,dentro de lo posible claro,
La conciencia...
ResponderEliminar