El calor. El silencio. El cuerpo. El ruido interminable del ventilador. El humo del cigarro. El pensamiento errante.
Los rayos del sol que abrasan la posibilidad interminable, el líquido rojo, las venas gruesas de mis manos, el latido...
La necesidad de las palabras, la apetencia de un abrazo, la somnolencia de una paz ficticia, la inmovilidad del sudor que impregna mis huecos más recónditos, el silencio.
La brisa que acaricia el perfil del espacio que ocupo, tus labios entre abiertos, el agua que chorrea mi geometría en busca de tus manos, firmes, seguras, esas manos masculinas que buscan mi feminidad en esplendor, con la libertad del arte del tacto, el frescor impregnado en los paréntesis del tiempo y del espacio, los susurros del amor, la fuerza de la verdad, mis uñas que se clavan dibujando mis jadeos en rojo bermellón por la blancura involuta de los bordes de tu piel, arrancando con mis dientes las rebabas oscuras y negras y acariciando con mis labios tus heridas, sin preguntas, sin pasado ni futuro, exigiendo al presente...
Lejos del incontrolable impulso de pensar...lejos de todo, al margen de todo, dándonos todo, mirando tus ojos y encontrando tu alma...
Quiero ser libre...libre en ti.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ufs: Unilateral fusión de sensaciones.
Su amor no era sencillo
Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse.
En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Mario Benedetti
En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Mario Benedetti
Entradas populares
-
No sé No sé porque me dejé matar y allí todo estaba en calma. Sí todo en calma. Él había desaparecido de mi esternón y del entrec...
-
Recordais aquella escena donde quiere cortarla las manos. Bestial. No dejemos que nada ni nadie cercene nuestra forma de ser y así seremos...
-
Algún desarticulado de espíritu pensó en una ocasión muy larga que el amor era sinónimo de crueldad. Y hacía estragos el muy bastardo disfra...
-
Tenía la sensibilidad de una lata de sardinas más el olor del alcohol pero el de quemar, adherido a su ceguera. Era por eso que palp...
-
Al abrir las puertas de aquel armario la desolación llenaba todos los rincones de la casa, estaba literalmente vacío, no había absolutamen...


No hay comentarios:
Publicar un comentario