Escribo en un mur0 lleno de imperfecciones y risas huecas con los pies metidos en el agua. Sonrío ante la estupidez de creerme al margen, de mediocridad y egoísmo.
Figuras que decrecen ante el aburrimiento que me suponen imaginarles sumidos en sus rutinas que les arrancan cierta heroicidad ante mis ojos, entre tanto yo me muero de asco en mi inevitable condena.
Mi soledad me acompaña en el mund0 perfecto. Aquél dónde somos libres y circunstancia más realidad no existen.
El agua me empapa el cuerpo.
Hidrato los poros que sudan descargas eléctricas carentes de emociones evitando escuchar sus voces. Palabras huecas, sin sentido, sin organización dentro de mi jerarquía de principios básicos.
Nacemos sin tan siquiera elegir vivir, somos una consecuencia de células. Consecuencias del amor más absoluto, de la violación más cruel o del placer de unos minutos que no nos preguntó por aquello de nacer.Un día, lleno de preguntas descubres de tu existencia y te alarmas por la cantidad de cosas que no comprendes, con tu capacidad rellenas vacíos que se te volverán a vaciar a lo largo de un proceso, en el cual el camino anda y tú solo mueves las piernas.
Un alma sin principios y sin fines, me sonríe entre las salpicaduras del agua y mi aparente calma.
Recuerdo mi infancia y me hago cargo de la situación.
El fragmento de un pensamiento cae, y le devuelvo la sonrisa.
Todo es fruto del aburrimiento y sigo nadando.
El frío es fantástico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario