El insomnio me regala figuras alargadas que no son mis sombras y posos sin café, en alguna parte de algún sitio que no conozco, estoy yo sentada en lo alto de una piedra de un gran risco mirando un infinito inexistente.
Alguien con mala leche me pinta las uñas de los pies de rojo carmín y me relata un galimatías de formulas existenciales que huelen a basura sin posibilidad de reciclar.
Una mixtura tan cerebral como imposible de posibilidad de/para conciliar un sueño.
Los engranajes no se oxidan, las jodidas válvulas que se abren y se cierran sin parar.
Un suspiro insospechado se me posa en el hombro, es un trozo de oscuridad que se me ha colado por la ventana ¿De qué quería hablar yo? sí, de respiración e inspiración con aspiración de algunas cosas.
Menos mal que las anarquías de mi cabeza me dejan ser libre, para pensar lo que me da la gana.
Así pues, y con el después del proceso de una locura, qué puede ser un insomnio cualquiera, he decido poner una pancarta que cuelgue de la ventana, qué diga. ¡¡¡A LAS CORTES, POR LOS RECORTES!! Lástima que mis ventanas dan/den al culo de la ciudad ¿Y las vuestras?
Es más...lo mismo me compro una peazo de bandera de esas de nuestro país que vendían en los chinos para escribirlo en negrita muy grande. Con una posdata que diga: "Qué les jodan a ellos"
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