Kilómetros de travesueños.

Siente despacio.

y ella sentía la historia en blanco y todo aquello que quiso...

"Señornada y Damatodo copularon en una estación de tren. En silencio y con la mirada. Así nadie podría escuchar el lamento de sus órganos vitales. Lloraron en  fluido blanco espeso y se corrieron con las pupilas dilatadas".

Y recordando por recordar el sueño que no recordaba. Volvió a sonreír y le dio al play. 

Nada que ver una cosa con otra, pensó, qué raro, la peña escupe demasiada hipocresía, demasiada irrealidad, y pensó en la inocencia, aquella que ignora que es que te den por el culo. A ella la habían...y de vez en cuando se sentía inocente.

Maravillas de la ciencia empírica. La ciencia es la hostia en cualquiera de sus versiones. 

Crujir mentes por debajo de su media era abusar. Otra vez, el nada que ver. Joder, qué saltos, daba saltos, siempre daba saltos.

¿Qué estarás haciendo? Masturbándote pensando en mí...quizás, quizás, quizás y tocó su reloj despertador de muñeca.

Pulso al tran, tran y las legañas de los ojos. Poesía en estado puro. Eltúyelyo. 

Próxima entrada. El Tullelyo.