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Ying Yang

El pueblo unido jamás será vencido.

Y cierto es; que está muy bien...
Los besos con lengua, los fluidos existenciales, el verso,el reverso, la prosa...
y la rehostia lírica.
El rojo bermellón y el azul marino.
El celestial, las cosmologías...las músicas continuas, las discontinuas...y todos los etcéteras en modos y maneras. Pero...
¿Qué cojones pasa con todo lo demás?...QUÉ tenemos que espabilar señores...QUÉ éstos vienen con el mazo dando y a dios rogando...
Y el Camps se chulea...con dos cojones...
Y la reforma laboral...con dos cojones... Etc, etc...y etcéteras...
Y
¿Dónde están nuestros cojones?
En las asambleas, en la cola del paro, en las diez horas por menos dinero, en las indignaciones de tertulia y cañas con bravas, en el puto GH...qué lo tenían que prohibir por apología al aborregamiento, en los partidos de fútbol, en el tuiter, en el face...
 TODOS A LA PUTA CALLE....YA¡¡¡ 
 Porque éstos son unos jodidos inquisidores disfrazados de demócratas que nos llevan a años atrás a marchas forzadas...y si no te das cuenta o eres tonto o te lo haces pero muy requetebien.
Espera...no te vayas todavía que aún hay más ¡¡Qué te lo voy a decir más clarito!! Si eres trabajador y estás contento eres un:
SO PLA PO LLAS.
Que una cosa es la paja y otra el polvo...y hay que separar las churras de las merinas...
No, no te preocupes por no correr por "los grises" que correrás por los azules...y olvidémonos de las putas converse...porque vamos a ir con chanclas...y a lo mejor así...salimos a la PUTA CALLE YA¡¡¡

Y qué somos ciudadanos del mundo...pero yo nací en España. Mecagoentó.
Y qué no se nos olvide; que somos engranajes de una gran fuerza.



Ufss...que agustito...joder...

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Ying Yang
UFS: Unión de Folladores Salvajes.
Ufs: Unilateral fusión de sensaciones.

Su amor no era sencillo

Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse.
En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Mario Benedetti

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