Llevo algo más que mucho tiempo intentando no llorar el sentimiento que me acompaña, esa mezcla pesada de tantas cosas.
Lucho contra yo para que no sea éste el momento, y así...momento tras, momento; salgo a flote de este "hiriente impreciso" de alteración lógica.
Cómo puedo llegar a poder expresar kilos y más kilos de lo que nunca tuve.
Dime
¿Cómo?
Dime
¿Cómo?
No poder...hablarte, ni expresarte, ni besarte, ni morderte, ni llorarte...y el filo de la luna por tu cuello.
El control de tal emoción me deja fría como el hielo y vacía absolutamente de cualquier bondad humana.
Jamás sensación parecida me acompaño de tal modo y manera, porque jamás existió en mí.
Nunca entenderé el valor que te acompaña, ni nunca me sentí tan cerca de la distancia que nos separa.
Mi lógica nunca rebasará mi corazón, por eso sé que te querré siempre hasta que tú no me dejes seguir haciéndolo.
Jamás me arrepentí, ni me arrepentiré de nada y mucho menos de mis puños apretados que guardan verdades lejos de las mías.
Como lo sencillo que me resulta, porque así es, decirte que te amo.