Las chispas me están encendiendo las neuronas de nuevo.
Apagarse y encenderse realmente no está tan mal.
Quedarme catatónica de continuo no está dentro de mis opciones, aunque tampoco me hubiera o hubiese importado, la verdad.
La disyuntiva no era tal. Hay que joderse. El sentido de lo común es lo que tiene.
Antes falso que miserable. Sin duda alguna. Sin resquemor. Las dudas es mejor dejarlas para otras cosas. La quimio y los electroshock.
¡¡Redios!! Bienvenida otra vez al país de los soplapollas. Sin duda, sin ella nunca lo hubiese dado por averiguado.
Si no vas a parar nunca. Yo me bajo. Mi coño no está envenenado y no será porque no escupas veneno. Prefiero las alpargatas del glamour. Mi puto rollo y al pan, pan y al vino, vino.
Qué hay mucho cabrón disfrazado en posesión de la verdad. Porque mientras nada se pone en duda. Todo es verdad.
El sarcasmo es lo que tiene. La libertad de la ironía.
Y a lo mejor otro día hablo de la maravillosa tranquilidad que reina en el mundo de lo que no se ve ni se oye. Solamente se siente.
Porque en este últimamente. Me aburres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario