Te voy a pegar un tiro dentro de la argamasa helicoidal del puto punto medio de tu cabeza.
Mientras mis espuelas levanta el polvo del recorrido de tu ataúd.
De madera carcomida por el odio de tu osamenta.
Y cuando tus gusanos arranquen la tierra. Los machacaré con la punta de mis botas, mientras escupo chorros de tequila abrasada para que te escuezan las heridas del alma mientras te quemas en las llamas de tu jodido infierno.
mira por donde, yo había pensado tb tatuarme algo en punto de cruz, pero no en las cachas, sino en el antebrazo.
ResponderEliminarrelajate.
Relajá, en qué momento se te ha ocurrido pensar que a mi me puede llegar importar.
ResponderEliminarGracias por comentar.
;)