Amigo mío doy por supuesto que te refieres a la del tatuaje. Porque no hay ni una sola imagen de mis glándulas mamarias en la red. Sí salgo muy bien ;)
Respecto a su entrada la he leído muy detenidamente y varias veces. Es tan personal y emotiva que no me siento con la capacidad suficiente como para comentarla. Me ha encantado la forma de escribir de su amigo, que le he leído varias entradas.
Un beso.
Por cierto, hay profesiones que no haría ni en mi ratos libres. ; )
Pues yo hay profesiones que haría incluso en mis ratos libres, y no son la comentada. Bromeaba con respecto a la imagen, claro, aunque no tengo ni idea qué es "la del tatuaje". Está bien lo de comentar las entradas de un blog en otro, aunque si puedo darte un consejo, deja de leerme a mí y empieza a leerlo a él. Besos.
Hay blogs en los que entras y es cómo nadar a crol despacio en una piscina vacía sin hacer ruido sólo contigo mismo escuchando tu respiración Cómo pasear por el Retiro una mañana de primavera madrileña solitaria mirando cada hoja, cada banco, cada nudo de la madera de los árboles. Cómo sentarse en un banco y mirar el cielo sin otro propósito que ver algún pájaro volar. La sencillez y el ritmo pausado de todos los textos es un auténtico deleite. Eso es lo que yo llamo elegancia, pero la última entrada es...es..detonante. Así es ese blog, me lo he leído entero. ;)
Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales. Mario Benedetti
Muy conmovedor...te sigo
ResponderEliminarLo de susurrar con la pelvis su amor, es GENIAL!!
ResponderEliminarLo siento querida, pero esa frase me la apropio.
(si te parece,claro)
Eins¡¡¡ A ¿Dónde? ;)
ResponderEliminarPues claro, Conxa. Pero utilízala con quién merezca la pena.
;)
Gracias por comentar.
Lo de hombre que susurra a las pelvis podría ser un curro cojonudo. Por cierto, sales muy bien en esa foto en blanco y negro.
ResponderEliminarAmigo mío doy por supuesto que te refieres a la del tatuaje. Porque no hay ni una sola imagen de mis glándulas mamarias en la red. Sí salgo muy bien ;)
ResponderEliminarRespecto a su entrada la he leído muy detenidamente y varias veces. Es tan personal y emotiva que no me siento con la capacidad suficiente como para comentarla.
Me ha encantado la forma de escribir de su amigo, que le he leído varias entradas.
Un beso.
Por cierto, hay profesiones que no haría ni en mi ratos libres.
; )
Pues yo hay profesiones que haría incluso en mis ratos libres, y no son la comentada. Bromeaba con respecto a la imagen, claro, aunque no tengo ni idea qué es "la del tatuaje". Está bien lo de comentar las entradas de un blog en otro, aunque si puedo darte un consejo, deja de leerme a mí y empieza a leerlo a él. Besos.
ResponderEliminarSeñor consonante ¡¡Osea se qué ni miras ni ves, mal, muy mal!!
ResponderEliminarA él ¿A quién?
;)
Mirada y vista, aunque he tenido que poner un espejo ante el monitor para leer tu nombre ;)
ResponderEliminarY él es la persona de la que hablo en el post. Su blog está enlazado al final de la entrada.
Pd: Gracias por las pistas. No sé si soy muy listo por haberlas sabido seguir o muy tonto por haberlas necesitado.
Hay blogs en los que entras y es cómo nadar a crol despacio en una piscina vacía sin hacer ruido sólo contigo mismo escuchando tu respiración
ResponderEliminarCómo pasear por el Retiro una mañana de primavera madrileña solitaria mirando cada hoja, cada banco, cada nudo de la madera de los árboles. Cómo sentarse en un banco y mirar el cielo sin otro propósito que ver algún pájaro volar.
La sencillez y el ritmo pausado de todos los textos es un auténtico deleite.
Eso es lo que yo llamo elegancia, pero la última entrada es...es..detonante.
Así es ese blog, me lo he leído entero.
;)