No quiero que me castañeen más las neuronas y hacer grandes locuras para cercioarme de que no estoy loca.
Ni que la adrenalina se me suba al límite de lo deseado para que la sangre bombee mi riego sanguíneo.
Ni leer la abreviatura de las posibilidades.
Ni lo sorprendente que puede llegar a ser la imaginación cuando tus besos me hacen las locuras de lo imposible tras pantallas llenas de letras que caen con el transcurso de las milésimas de los segundos que no existen.
Rozar posibilidades sin tan siquiera saber...
Quiero desaparecer para que tengas miedo y tiembles. Pero entonces serias mi dueño y yo dejaría de ser la protagonista.
Y el otro día me subí a un banco mientras el viento gélido me arrancaba las lágrimas para atestiguar que no me habían arrancado el alma.
Yo diría que parece primavera,
ResponderEliminarmás que un gélido invierno.
Un abrazo chillao.(para entrar en calor).
Gracias Rachel, eres la marciana más lúcida. Sin lugar a ninguna de mis dudas.
ResponderEliminarUn besazo.
;)