Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales. Mario Benedetti
A disfrutar de las fiestas!!!
ResponderEliminar... y que consigamos sobrevivir todos a la avalancha de turrones, cavas y demás material de guerra...
ResponderEliminarGin, ni lo dudes¡¡
ResponderEliminarPaseante, lo del material de guerra me ha tocado la fibra sensible
En serio Sñor Silbidos ¿Quién sabe?
;)
Y paso de más Feliz Navidad que parecemos teletubbies.