Con exquisita delicadeza salvaje envistes digitalmente la profundidad de mi ser.
Jadeo, gozo, emigro en el placer de tu carne.
Viajo con el sonido de tus palabras,
mudas mientras recorres mi cuerpo.
Hermosas mientras versas lujurias.
Amarnos
Odiaros
Vérsame las lujurias
Recórreme el cuerpo
Atrapa mi esencia
Querida le sienta muy bien este nuevo estado de, digamos, corporea espiritulidad, sus textos irradian fuerza, me gustan mucho.
ResponderEliminarPrometo no poner a Perales en mucho tiempo, seguiré con otros clásicos ;)
Gracias por sus visitas y sus palabras.
Y un beso.
Las cosas que aprendo leyendo entre lineas.
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