Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales. Mario Benedetti
Yo es que era más fan de Sócrates. Qué futbolista, qué crack!!!
ResponderEliminar¡¡Ah como me gustaba ese tío!! con su camiseta amarilla, su melenita y su barbita...y creo que ese año ganaron el mundial como casi siempre.
ResponderEliminarOyes ¿Tú también metes canastas de esas de tres y medio sin tocar el aro?
;)
Ultimamente me cuido demasiado, ¡¡Menudo rollazo!!