No, detrás no.
En su mejilla.
No le dió más importancia.
El airecillo de la ventana. Siempre la tenía abierta.
Le flipaban los dibujos grises del humo de sus cigarros.
Miro por la ventana.
Guardo silencio, dejo de teclear.
Dio un par de caladas a su cigarro.
Pensó en el mensaje de la báscula
Y cerro los ojos...
Es de noche
Una luz plateada difumina el color de la arena
Siente la luz de la luna en su cuerpo
Su melena cae salvaje sobre sus hombros
Silencio, el olor del mar
La línea genuina del horizonte borrada por un precioso negro estrellado
Camina despacio, el agua va mojando su delicado cuerpo milímetro a milímetro
Está disfrutando cada caricia de sal húmeda
Se estira en una magnifica pose y se zambulle ocultándose bajo la inmensidad del mar
Nada y bucea hasta que sus dedos se arrugan
y hasta que el agua templada se vuelve fría y le hace tiritar
Sonríe
El agua chorrea por su cuerpo
Los rayos de luna.
Brilla
Se para en seco
Una gota acaricia su frente
Despacio muy despacio
cae
sin prisa,
ni pausa
Ella imagina el dedo de su amante
Dibuja su perfil con exquisito detalle
Es dulce, cálido, salado
sosegado
Se estremece
el placer la embarga
Sus labios se despegan
Oh, mi amor
..Ni mil palabras
...Ni mil distancias
Abrió sus ojos
24:05
Un cigarro, unas letras...
cuánto y que lindo...
ResponderEliminarCuando se ama de veras, nada es suficiente para dejar de sentir... ni mil distancias, gran verdad.
Pero que dificil puede resultar a veces...