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Ying Yang

Qué te...

La blogosfera y sus habitantes...y tú ¿Para que quieres un blog?


Los microbios apestosos carroñeros se reproducen sin orden ni concierto...porque la mierda, la maldad, la perversidad, vileza, crueldad, falsedad, inquiedad, depravación...(ésto es fácil. Sinónimos de maldad)
No. No,  están sólo en las guerras, en países del África, en despachos con anagramas de dólar. En oficinas con colores de partidos, en gobiernos, multinacionales....bueno, todos esos que sabemos que son malos muy malos...
Mira detrás de ti.

(Kortatu no a lugar)
Para dar dos hostias no hay que tener cojones, simplemente los motivos suficientes.

Le miro a los ojos...y le dijo ...Te quiero besar, dar, entregar, sentir, palpitar, tocar, lamer, absorber y todos aquellos verbos existentes de las tres conjugaciones que expresan sexo con seso o seso con sexo.
A la vez, todos a la vez. Te los daré todos a la vez. Qué explotes.
Y así fue.
Hasta que dijo: “Anda dame un beso”

Se desnudo. Se desnudo y empezaron a besarse, con locura, con saliva, con deseo, con ganas...joder, era genial.
Todas las vocales abiertas de golpe.
Manos, dedos, lengua, boca, su sexo, su sexo, lado. Izquierda, derecha, arriba, abajo, inferior, superior, allí, acá, lateral izquierdo superior, lateral derecho inferior, pelos en la cara, ojos cerrados, abiertos, tres metros cuadrados de espacio, más el suelo...
El friso de piedras crujió allí a lo lejos.
Se puede odiar y amar
¿Al mismo tiempo?
Placer y dolor
¿Al mismo tiempo?
Ternura y crueldad
¿Al mismo tiempo?

Violines, piano, lamentos, sonrisas y risas...as..quizás...
Escribiré lo que me salga de los cojones. Cojones.

Te quiero, jodete
 



3 comentarios:

Ying Yang
UFS: Unión de Folladores Salvajes.
Ufs: Unilateral fusión de sensaciones.

Su amor no era sencillo

Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse.
En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales.
Mario Benedetti

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