Rutina

Son las 8:07 según el teléfono
Son las 8:14 según el ordenador
Tengo los pies frios, el ordenador emite destellos, dos compañeros hablan y a mí qué me importa
Está oscuro, es de noche...qué cosa más bonita ver amenecer en tu puesto de trabajo, me voy a embriagar de emoción...
En mi casa debe haber microcilma porque hay un jodido mosquito que me pica, y me pica la muñeca. Ahí esta noche me ha chupado la sangre.
Me quiero tirar al conserje, al del coche que guardaba una guitarra... A cualquiera que me arranque motivación visual...Mezcla de fluidos sin responsabilidades, eso sí que es motivación...
He dormido cuatro horas.
Mierda de año, qué se vaya de una puta vez..Cómo si el cambio de un jodido número pudiera cambiar el cataclismo de las circunstancias...Me voy a fumar.

11:04 Y yo pensaba que el aburrimiento me iba a dejar dormida. ¡Ingenua! Una señora se me pone literalmente a llorar por teléfono, mientras unos clientes me esperan con los brazos abiertos para conocerme en persona. Toda una conversación mística por no contar la espiritual posterior de quince minutos telefónicos...y para colmo de entretenimiento en el desayuno me descubro saborando tostadas y café con lo más imbécil de la empresa. Menos mal que la rubia salvaje emite buen rollo porque lo demás es acompañamiento insustancial.

Un rayo de sol me arranco la mala hostia. Y es que si no soy feliz que no sea por mi culpa.

Primer propósito 2010. Mejor sóla que mal acompañada.