Me escucho el corazón que me late
Y me late, así sin importancia, y en el entre medias, el pensamiento que se me lanza a los labios de una boca, tu boca. Y al revoltijo de los suspiros, las vocales.
Porque tengo los susurros empapados del sexo hambriento.
Y así, con tu recurso más salvaje y mi perdición más cálida, engaño al sueño, en duerme velas de luz de luna y cosas cursis que me embadurnan de miel el objetivo de la causa.
Follarte el imperativo, entre recursos que no busco y palabras que se me vuelan , tocando al roce lo que te voy hacer...
y me callo,
y suspiro a las sílabas bramadas.
Y la noche que empapada de ti, me da la excusa para respirarte se cuela por las rendijas de las costuras que cosimos a pulsaciones por minutos
y te respiro.
Y te respiro y pierdo el verbo...
y me callo,
y suspiro a las sílabas bramadas.
Y la noche que empapada de ti, me da la excusa para respirarte se cuela por las rendijas de las costuras que cosimos a pulsaciones por minutos
y te respiro.
Y te respiro y pierdo el verbo...
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