Irrealidad y emoción en trozos entrecomillados de miles de razones.
Transfusiones de quimeras lúcidas de lujuria y sentido en la punta de nuestros dedos, entre tanto trozos de mí se evaporan para cruzarse con trozos de ti, allí dónde existimos.
Clavada en la silla parecía que el mundo giraba queriendo escupir en su cara una tremenda realidad. Entre tanto, otro tiempo.
Los sorbos fríos y amargos del café llenando su garganta de neuronas, una tras otra, sin parar y sin poder dejar de hacerlo.
Estúpidas sin razones que nos llenaron el sentido de relevancia extrema publicando odio por víscera y muerte por vida. Inconsecuencias que nacen del miedo más absoluto que brotan de la soledad más adherida.
No había nada que hubieran sentido o que les quedase por sentir.
Estaban muertos.
Muertos retozando en palabras llenas de admiración y fluctuación salvaje, ahogándose por respirar trozos de vida.
Amantes consensuado extremaunción con la punta de sus lenguas en los resquicios del sabor dulce de sus desdichas.
Estaban muertos.
Muertos retozando en palabras llenas de admiración y fluctuación salvaje, ahogándose por respirar trozos de vida.
Amantes consensuado extremaunción con la punta de sus lenguas en los resquicios del sabor dulce de sus desdichas.
Al final terminamos siendo lo que no quisimos.
ResponderEliminarAl final seremos todo aquello que renunciamos a ser. ;-)
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