La luz del sol me quema las entrañas entre el ansia desmedida de buscar.
El recuerdo,
el beso,
la caricia...
Es el entramado químico superior producido por la mezcla del seso más sexo.
Es la perpetua condena que me hace sentir diferente al levitar a mundos ajenos del ladrillo y asfalto, de reproches y efemérides, de estupidez y orgullo.
Ajena a las ganancias del verbo y a sus pérdidas, conjuro efluvios salvajes que me mimetizan con lo que no se ve, me transformo en un conjunto de nadas que respiran partes de un todo.
Y por unos segundos...soy libre.
La realidad y sus conceptos, qué repetidos hasta la saciedad.
Entre el miedo y la estupidez humana, me consumen.
Y
En el mundo intangible...
vuelo y simplemente soy.
Entre el miedo y la estupidez humana, me consumen.
Y
En el mundo intangible...
vuelo y simplemente soy.
Libre.
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