Ella.
En el entremedias de sus muslos mecía su causa noble chorreando orgasmos y suplicando amor.
Impregnada de copulaciones con sujetos sin predicados rezumaba vacíos existenciales.
Él
El semen de su bálano decoloraba el don de sus palabras derramando falacias que impregnaban las vulvas de amor y en los entremedias cansado de vacíos con eternas existencias clamaba por lo injusto de las circunstancias.
Se encontraron por casualidad en el fondo de sus condenas, amarrados a kilos de sufrimiento.
Le clavó la mirada y le susurró:
"Te voy a masturbar el fundamento de raíz"
Él.
La jaleó:
"Te voy a engarzar el alma con el cáñamo de mis venas"
Estás muy consistente esta mañana. Densa.
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