Una vez me creí que el cielo es azul y el mar su reflejo.
Una vez creí que las palabras clavan y el honor por encima de todo. Existe.
Una vez...
Una vez seguida de tantas veces...pensé que quizás, a lo mejor, seguramente...
Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales. Mario Benedetti
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