Pilló camisetas y algunos de sus vestidos.
Mandó un mensaje con legañas.
Hizo tiempo mientras tomaba café, terminaba de hacer la maleta y esperaba un riff de su móvil.
Nada. Silencio
Lo hizo todo muy despacio esperando que el tiempo que siempre se mide del mismo modo se hiciera eterno a la vez que instantaneo.
Nada. Silencio
No había marcha atrás.
Todavía no había amanecido.
Seguía intentando hacer tiempo para no emprender la marcha, las mitades del pesamiento se divertian en su cabeza.
Kilometros y kilometros por recorrer y no amanecía, no amanecia, media hora, una hora, dos horas y no amanecía nunca.
Con sol y con música clásica en alta fidelidad, comenzo a llorar desconsoladamente cuando su mirada se clavo en la primera antena, no podía parar, ni dar marcha atrás, ni desaparecer.
Sólo llorar.
Comprobó que estaba "bien" y las flores cortadas...
Ahora simplemente intentaba elegir el recuerdo de su memoria.
A las personas se les debe juzgar por lo que hacen, no por lo que dicen. Todo lo demás es pura hipocresía....
Si fuera tan fácil!!!
ResponderEliminarA las personas se las debería juzgar por su nivel de gilipollez profunda.
ResponderEliminarEnhorabuena. Ha ganado el primer premio.
Salva: .
ResponderEliminar..apuesta algo a que sí.
Desperdicio virtual con intención de ser querida:
jajajajajajaja.....pajaritos por aquí pajaritos por allá...¡¡Ale!! A seguir bien....
jajajajajaja...