Los detuvieron por atentado al pudor. Y nadie les creyó cuando el hombre y la mujer trataron de explicarse. En realidad, su amor no era sencillo. Él padecía claustrofobia, y ella, agorafobia. Era sólo por eso que fornicaban en los umbrales. Mario Benedetti
es tu blog...y uno decide lo que escribe y lo que no...el resto solo debemos disfrutar de ello....soplagaitas los hay en todos lados...
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