El corazón me late tan fuerte que si no lo sujeto se va a desbordar, las muñecas me sangran con el hilo de una razón que me sesga el infinito.
Ya no me guardo los trozos rotos de las fotos viejas en ningún bolsillo, ni absorbo emociones que no tienen ni causa, ni situación.
Ya no me dan miedo las causas nobles, ni el miedo a mi rendición,
no procuro olvidar nada, ni busco tarjetas gráficas de transición,
Vuelvo a escribir letras en el aire, y a respirar olor.
La imposición del deseo con apretada insensatez y su salvaje delirio, besaba los labios de su locura, buscando ingravidez.
Madrugar en su mirada y en el insomnio del placer,
cær derrotados con las manos apretadas queriendo querer.
Debajo del edredón estaba soñando un trozo de felicidad pinzado con ademanes, el jugo de la saliva se metía por sus pliegues chorreando inmensidad.
Abría y cerraba los ojos sobrecogida por el gusto impregnado en su piel, miles de fragmentos chocando con el cielo para volver a nacer.
I love you, baby...y todo se volcó en su natural resistencia...
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